Francisco se convertirá en el Papa en ejercicio de mayor edad desde 1740

A sus 85 años, su fragilidad es imposible de pasar por alto. ¿Se acerca el Papa Francisco al final de su pontificado? Afirman que busca garantizar que haya un sucesor afín a sus ideas

 

 

 

A más de nueve años de su asunción, Francisco sufre algunos problemas de salud que lo harían dudar sobre su continuidad al frente del Vaticano y, según informan algunos periodistas con sede en Roma, podría estar preparando el terreno para su abdicación. A fines de octubre, Jorge Mario Bergoglio podría convertirse en el Papa en ejercicio de mayor edad desde León XIII, quien murió en 1903 a los 93 años.

Según los corresponsales de The Washington Post en Roma, Chico Harlany y Stefano Pitrelli, el dolor se hizo evidente hace cinco meses, cuando Francisco comenzó a evitar ponerse de pie. “Un ligamento inflamado en la rodilla”, dijo en principio, pero a fines de abril su rodilla derecha no se curaba y, poco después, termino usando una silla de ruedas.

Francisco todavía espera que el descanso pueda restaurar su movilidad. Mientras tanto, su día a día se modificó junto con la propia imagen de su pontificado: a sus 85 años, su fragilidad es imposible de pasar por alto. Estos problemas de salud fueron los que empezaron a poner en duda el futuro del Papa y su pontificado.

Los que están dentro de la Iglesia Católica hablan sobre el tema con más seriedad que hace un año, después de que Francisco se sometiera a una cirugía de colon para tratar una dolorosa afección intestinal. Y aunque la dependencia del Papa de una silla de ruedas es un factor fundamental en la especulación, el rumor se amplificó por su decisión de convocar un consistorio e instalar a 21 nuevos cardenales, incluidos 16 menores de 80 años, que serían elegibles para votar en un cónclave.

 

¿Francisco podría abdicar?

Para algunos observadores del Vaticano, es una señal de que Francisco siente urgencia por preparar a la iglesia para su partida. En los últimos días, algunos informes de noticias internacionales han sugerido que la abdicación del Papa podría estar cerca, una teoría basada principalmente en el asombro por el consistorio.

“Lo que está claro es que su pontificado ha entrado en la fase final de declive donde la renuncia se vuelve más factible”, dijo Massimo Faggioli, profesor de teología de la Universidad de Villanova. Pero nadie sabe, con certezas, si el punto final llegará en cuestión de meses o en un par de años en un pontificado que se ha caracterizado por las sorpresas.

Normalmente, los Papas no convocan consistorios al final del verano, cuando Roma todavía está en modo de cierre de vacaciones. Y el Papa ha programado un viaje a la ciudad de L’Aquila, en el centro de Italia, donde visitará una basílica que alberga la tumba de Celestino V, uno de los pocos pontífices que renunció.

La realidad es que Francisco seguirá adelante con importantes viajes a África central, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, y Canadá, hasta hay rumores de que está planeando un viaje a Kazajstán en septiembre. A diferencia de cuando Juan Pablo II comenzó a usar una silla de ruedas a causa de la enfermedad de Parkinson, la agenda de Bergoglio sigue en pie.

Los periodistas con sede en Roma afirman que el mayor obstáculo para la abdicación del Papa no tiene nada que ver con su agenda. En el Vaticano vaticinan que Francisco rechazaría la idea de renunciar mientras el Papa Emérito Benedicto XVI aún esté vivo. Benedicto, de 95 años, ha sido un expapa durante un período más largo del que sirvió como papa, y en la historia de la Iglesia no acostumbran a tener dos sumo pontífices retirados al mismo tiempo.

 

El Papa Benedicto asoma en la oposición a Francisco

Antes de la histórica renuncia de Benedicto XVI en 2013, renunciar ni siquiera figuraba como una opción para los papas modernos que sirvieron hasta la muerte. Francisco ha dejado claro que la decisión de Benedicto XVI “no debe considerarse una excepción”.

“Benedicto abrió la puerta para que todos los futuros papas disciernan si, cuando llegue el momento, es correcto retirarse”, dijo Austen Ivereigh, biógrafo de Francisco. La decisión de Benedicto XVI, que se produjo sin previo aviso, también creó un entorno en el que los futuros papas se enfrentarán a un mayor escrutinio por parte del propio aparato burocrático del Vaticano.

Además, Ivereigh comentó que Francisco tuvo una experiencia difícil con la anestesia relacionada a su operación de colon y está recibiendo fisioterapia porque insiste en evitar la cirugía en la rodilla. “Estaba sufriendo de dolor y está cansado”, afirmó el biógrafo sobre el Papa, aunque destacó que “está usando un bastón al menos parte del tiempo”.

Entre el público católico, la reputación de Francisco se formó, principalmente, por sus mensajes sobre temas globales como la migración y el cambio climático, y sobre cuestiones candentes dentro de la religión como la sexualidad. Pero dentro de la Iglesia, es crucial la forma en que Francisco ha modificado el cuerpo de cardenales que algún día seleccionará a su reemplazo.

El Papa pasó por alto a los obispos de las arquidiócesis que normalmente tienen cardenales (Milán, por ejemplo) y llegó a países tradicionalmente menos representados, como Timor Oriental, Guatemala, Mongolia y la República Democrática del Congo.

Luego del próximo consistorio, el número de cardenales que podrán votar de Asia y África se habrá duplicado en comparación con el cónclave que eligió a Francisco. Por su parte, los cardenales seleccionados por Benedicto y Juan Pablo II seguirán representando el 37 por ciento del grupo

Estos cambios, promovidos por Francisco, suman más incertidumbre sobre la elección de un nuevo Papa en el futuro, en un conclave que pareciera dividirse entre “conservadores y tercermundistas”.

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